viernes, 30 de octubre de 2009

Les obiles du chat

Rubia sajona de gran porte, unos cuantos años más de apariencia que de edad.
Está a un paso de tocar el braile si sigue así, pero detrás de esos marcos ovalados,
hay dos almendras de colección. Una tipa sumisa y tieza, responsable de sus actos,
si es que no le pisas el acelador a fondo. Sabe jugar muy bien, y más si le vas de
Romeo, pero es un cabernet dificil de destapar. La dinamarquesa de las galletitas
de cartón, fue la que me quitó la niñez.


Carteritas de hilo, pelo azabache que se lleva muy bien con su cara redonda, y ojos
color siamés de una profundidad mariana, fanfarronean que son más celestes que el
cielo. Da besos, pero siempre y cuando comprés el pasaje. Fanática del Rock&Roll
y aspirar humo en las construcciones. Una tipa efímera que mordió el piso mil veces.
Me dejó los ganglios entre los dedos, y más de una llovizna en una estación mugrienta.
La paisana rockera que me dio la mejor miel, suavizo mis entrañas con jalea de jaleas.


"La damita victoriana" se metio en mis costillas por necesidad y comprensión.
Usa perfume del caro, y tiene cuenta corriente en Versace. Cuando camina es un
frasco de mayonesa de pavo real, y los botones de la camisa le duran muy poco.
Vive en un piso con vista al mar, y se informa de la situación social africana en la
revista Vogue. Pobrecita, la etiqueta no tapa sus problemas.
Anda por los suelos porteños ahora, y trata de salir del pozo.



"Qué grande es el mundo! y que incierto el destino..." Ella es un espumante del mejor.
Cuando canta un blues le salen zorzales del Mississippi de la garganta. Ella si que era
el fuego. No tuve que encarnar el anzuelo con libelulas para que pique. Más de una vez
me dejó con la soga al cuello, y me enseño que ese juego podría se tan peligroso como
trenzarle la cola a un caballo. Carne patagónicapor exelencia, me dejó el corazón en
off-side. Ese verano dejó un mar en las sábanas, y olor a tabaco francés en las paredes.
Pero... Que incierto el futuro!



Un clavo quita otro clavo, y ella tiene un buen potencial para sacarlos. "La tanita fugitiva"
de manos mediterraneas y una boca demoníaca, pero reza promesas que endulzan
la oreja. Hablando de García Marquez y escuchando caer la lluvia, me contó uno a uno
los pelos de la cabeza, y se llevó todos los Novel con la historieta de amor que me vendió.
Tarareaba palabras del pop mientras yo veía como bajaba el Vat 69, y en su vestido azul,
dejé hundir mis manos otra vez, mientras Leguizamo cruzaba el disco, en otro tango de
Gardel.
La última vez que la ví buscaba una sonrisa entre el saquito de pana auntentica del vencedor,
un tipo fundamentalista de la ultima moda, y los convertibles bien encerados.
Un aperitivo de la próxima soledad, y una balanza entre sacar el clavo de los demás,
y martillarse sus clavos viejos de nuevo.



Este espacio no tiene nombre, ni dueño, ni inquilino. Por eso te espera, por eso te espero.
Y no te busco, porque buscar es fácil pero es el mismo cuento chino de siempre.

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